Productos sustitutos

…pero tú deberías invertir.
No sé por qué empiezo a creer que en los manuales de economía básica deberían empezar a incluir recomendaciones sobre no hacer caso a lo que te recomienden en el banco. Mientras el sistema bancario sigue empeñado en vendernos depósitos cada vez menos rentables, la seguridad me la da aquello a lo que ellos llaman «riesgo».

Hola a tod@s.
Pues eso, que debemos tener claro que el señor del banco no es un asesor. En realidad es un vendedor que se debe a las directrices que le marquen desde la empresa que le paga el sueldo.
Es más, yo me pregunto:
¿Por qué el banco debería asesorarme? Para eso están los asesores. Originalmente los bancos eran unos lugares que se crearon para guardar el dinero de los ahorradores, nada más.

Hoy en día los bancos son empresas con objetivos claros de maximizar nuestro dinero, por lo que es muy corriente que nuestro dinero se invierta para obtener mucho más rendimiento del que nos prometen en sus productos «garantizados».

«Se podría decir que los bancos nacieron en la antigüedad con la necesidad de realizar simples operaciones de cambio y crédito a niveles personales, pero que pronto se comenzaron a desarrollar en funciones más amplias, a dar servicio a más personas y a contar con organizaciones más complejas.
(Y de ahí…hasta lo que tenemos hoy en cada esquina en nuestra ciudad)»

Garantía de pérdida en productos

Normalmente, cuando hablas de renta variable en el despacho del comercial de banca se tira las manos a la cabeza a la vez que dice aquello de…¡¡Nooo, eso es riesgo!!!
Pero mi opinión es que lo que menos riesgo tiene es invertir en empresas, que al fin y al cabo son las que ofrecen al mercado productos y servicios y son las que acaban sacando a los países de las crisis que ellos provocan.

Y todo esto sin contar con que el comercial del banco tiene objetivos que cumplir y que tienen incluso cierta presión para conseguir dichos objetivos. Y que nadie se ofenda, su trabajo es ese y no asesorarte sobre lo mejor para ti.

Así que, el próximo día que en el banco alguien se tire de los pelos, decidle que eche un vistazo a este humilde blog y que entienda entonces por qué no debes invertir en algo «garantizado».

 De manual: Si el banco te recomienda un producto, compra el contrario.

Todo esto me ha recordado aquel chiste que ahora os cuento, y que se refiere al título del post: Tú, ni caso al producto que te recomienden en el banco.
¿Chiste? Voy a meter tu opinión en una cuenta de esas tuyas, a ver si me genera algo de interés.

Os dejo con un genial vídeo del todavía más genial Xavier Puig, al cual tuve la suerte de conocer en una conferencia en la Universidad Autónoma de Barcelona.
No lo puede dejar más claro.

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