Dos economías
Que se avecina una gran crisis está clarísimo, pero no todo es como nos pensamos o como nos quieren hacer ver en las noticias.
Aunque, sería bueno recordar que la crisis se ha ido gestando en los últimos años, que ha estallado cuando a aparecido un detonante (terroríficamente «perfecto» como es el Covid-19) y que lo que viviremos en los próximos años serán las consecuencias, de nuevo, de no haber hecho los deberes.
Hola a tod@s, pero en especial a ti, porque para ti escribí el post de hoy.
En mayo del año 2012 dejé de ver las noticias. Pero eso, lejos de hacerme parecer un «paleto desinformado», me ha convertido en una persona (es mi opinión, obviamente) realmente objetiva a la hora de analizar ciertas cosas, lo cual me ha permitido tomar decisiones acertadas en ciertos momentos. Meses o años más tarde lo he podido comprobar (qué rabia tener razón, he pensado más de una vez).
Pero no pasa nada, créeme cuando te digo que me he ido enterando de lo que es realmente importante.
El último caso es cuando un amigo de Guadalajara me llamó para decirme lo mal que estábamos en Girona, con esto de la pandemia. ¡Y yo sin enterarme!
Pero no tiene nada que ver el estar «desinformado» con obviar la realidad o no hablar de ella. Soy lo más positivo del mundo, pero no voy a olvidar que existen problemas y situaciones.
Lo que hay que hacer es hablar más de la solución que del problema, simplemente. ¿En qué te enfocas?
Pero esto me recuerda aquella historia…
Profecía autocumplida
Había una vez una persona que vivía al lado de una carretera donde vendía unas ricas albóndigas con pan.
Estaba muy ocupado y por lo tanto no oía radio, no leía los periódicos ni veía la televisión. Alquiló un trozo de terreno, colocó una gran valla y anunció su mercancía gritando a todo pulmón: «Compren deliciosas albóndigas calientes».
Y la gente se las compraba. Aumentó la adquisición de pan y carne. Compró un terreno más grande para poder ocuparse de su negocio, y trabajó tanto que dispuso que su hijo fuera a la Universidad a estudiar Ciencias Comerciales.
En verano, cuando el negocio estaba a tope y el padre pidió al hijo que le ayudase, ocurrió algo muy importante:
Su hijo le dijo: «Padre, ¿tú no escuchas la radio, ni lees los periódicos…?. ¡Estamos sufriendo una grave crisis!. La situación es realmente mala; ¡¡peor no podría estar!!».
El padre pensó: «Mi hijo estudia en la Universidad, lee los diarios, ve televisión y escucha la radio. Debe saber mejor que yo lo que está pasando…»
Compró entonces menos pan y menos carne. Sacó la valla anunciadora, dejo el alquiler del terreno con el fin de eliminar los gastos y ya no anunció sus ricas albóndigas con pan. Y las ventas fueron disminuyendo cada día más.
«Tenías razón hijo mío», le dijo al muchacho. «Verdaderamente estamos sufriendo una gran crisis».
MORALEJA:
No sigamos hablando de crisis. Hablemos sólo de hacer buenos negocios, buenos trabajos y buenas tareas. Si nos programamos para fracasar, fracasaremos. Si nos mentalizamos para ganar, ganaremos. Es una simple elección personal.
Así que, aunque en este vídeo te hablo de la crisis que viene, también dejo, dentro de mis palabras, una posible solución.
Si inviertes en la «economía productiva» (yo lo hago) las cosas te irán bien.
Y otro buen consejo sería… ¡ADÁPTATE A LOS CAMBIOS!
Y como prueba de lo que comento en el vídeo, y para certificar que la verdadera crisis, siempre, es de prioridades, piensa que se acerca el «Black Friday», el último invento consumista que nos ha llegado desde Estados Unidos.
Quizás estemos en el paro o no tengamos «Fondo de emergencia», pero seguro que aprovecharemos para comprar aquello que no es imprescindible, pero… es que está tan barato…
Salu2
En cuanto a la moraleja del artículo, se enfoca en la importancia de hablar más sobre las soluciones que sobre los problemas y de mantener una mentalidad positiva. Si bien es cierto que tener una actitud positiva y enfocarse en la resolución de problemas puede ser beneficioso, también es necesario reconocer y abordar adecuadamente los desafíos que enfrentamos. Ignorar por completo los problemas no conduce necesariamente a mejores resultados.
Totalmente de acuerdo (y gracias por comentar)
Lo que es importante, según mi punto de vista, es que una vez evaluado el problema… ¡ya no hablo más de él! Me centro en la solución, simplemente, porque el problema seguirá estando hasta que lo solucione, y volver a hablar de él no me ayudaría a arreglarlo (y si no tiene arreglo, no me preocupo)
🙂
¡Qué interesante, gracias!
¡Gracias por comentar!
Espero que te ayuden el resto de artículos que hay en mi blog.
Un saludo