hay que fijarse.
La semana pasada cambié mi viejo televisor. Era uno de esos que tienen más profundidad que anchura, suficiente para ver el poco tiempo de tele que consumo al día (lo que me gustan son las películas, y para eso ya tengo el proyector). El nuevo, un Phillips con una enorme pantalla tiene tanta tecnología que tardaré meses en sacarle el provecho que tantos recursos me permitirán, pero lo que más me sorprendió es que…¡No tiene instrucciones!
Hola a tod@s.
Ya sé que vivo en un país en el que leemos más las instrucciones del DVD (lee este viejo post) que el contrato de nuestra hipoteca, pero cuando la televisión no tiene manual de instrucciones me hace pensar que la hipoteca, los préstamos y los seguros van a hacer más minúscula todavía la llamada «letra pequeña».
Por suerte no es así:
«Desde el año 2014, creo recordar, la letra de los contratos de bancos o aseguradoras no pueden ser inferiores a 2.5mm. No obstante, no es el tamaño de la letra de los contratos lo que debe preocuparnos, sino lo que se escribe en ellos y que nosotros firmamos, sin más.
La verdad es que normalmente no tenemos ocasión de leer los contratos con antelación, aunque la ley nos asista, pero al menos en los seguros el consumidor tiene una ventaja: Se llama desestimiento, y se trata de un periodo de «devolución» equivalente a un mes desde la recepción de la póliza.»
En el caso de los contratos de préstamos o hipotecas, los consumidores tenemos la potestad de pedir una «oferta vinculante», que es algo así como un presupuesto cerrado.
*Nota: Cuidado con esos casos en los que pedimos una «oferta vinculante» y lo que nos dan es una «oferta comercial». La primera refleja todos los detalles importantes del contrato mientras que la segunda refleja todo lo que el banco quiere venderte junto a tu préstamo.
Recuerda que no es obligatorio contratar ningún otro tipo de producto con tu préstamo, aunque hace años que la banca condiciona la aceptación del préstamo a la compra de esos productos.
No hace falta que contrates el seguro…pero entonces no te doy el préstamo.
Así que fíjate en lo que firmas. No te vuelvas paranóico, de verdad; ni bancos ni aseguradoras están siempre pensando en engañarte, pero sería bueno que te explicasen mínimamente lo que vas a firmar, para que al leer el contrato enseguida detectes cualquier cosa que no te cuadra.
Bueno, y si eres de los que te fijas…….!!Dime que ves en la foto!!
Salu2
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